La actitud ser refiere a la manera en la que vemos las cosas, es decir la forma en la que reaccionamos frente a las diferentes situaciones o circunstancias. Se considera que existen 4 tipos de actitud: positiva, negativa, neutral y ambivalente.
Aunque no siempre podemos controlar lo que nos sucede, si podemos trabajar en mejorar nuestra actitud, de tal forma que esta contribuya a superar las dificultades y avanzar en nuestro crecimiento personal.
Con este test descubre si tu actitud es predominantemente positiva, negativa, ambivalente o neutral.
Test tipo de actitud
La actitud ser refiere a la manera en la que vemos las cosas, es decir la forma en la que reaccionamos frente a las diferentes situaciones o circunstancias. Se considera que existen 4 tipos de actitud: positiva, negativa, neutral y ambivalente.
Aunque no siempre podemos controlar lo que nos sucede, si podemos trabajar en mejorar nuestra actitud, de tal forma que esta contribuya a superar las dificultades y avanzar en nuestro crecimiento personal.
Con este test descubre si tu actitud es predominantemente positiva, negativa, ambivalente o neutral.
Te asignan un proyecto muy difícil...
1. Crees que puedes hacerlo
2. No crees ser capaz de hacerlo
3. No sabes si podrás hacerlo bien
4. Tal vez puedas hacerlo pero tomará un tiempo considerable
Frente a la crítica constructiva de alguien cercano...
1. Agradeces el comentario de mala gana
2. Consideras que eres un desastre por recibir tantas críticas
3. No crees que tengas algo que cambiar
4. Piensas que puedes solucionarlo
Cuando pierdes un objeto de valor...
1. No te preocupas demasiado, esas cosas pasan
2. Te afecta mucho, pues era algo irremplazable
3. Lo buscas hasta encontrarlo o conseguir otro
4. Te entristece, pero tal vez aparezca
Cuando te invitan a una fiesta en la que no conoces a la mayoría
1. No crees poder pasarla bien
2. Seguro conocerás gente interesante
3. No sabes como resulte la experiencia
4. Quieres ir, pero te abruma tratar con desconocidos
Cuando enfrentas un problema personal importante...
1. Esperas encontrar una solución
2. No te preocupa mucho, tal vez se resuelva
4. Puede que se resuelva, pero seguro habrá consecuencias
Cuando tu equipo favorito pierde un partido importante...
1. No te afecta, es solo un juego
3. Una motivación más para ganar el próximo
4. Juegan bien, pero tuvieron mala suerte
Cuando un amigo te pide ayuda para hacer una tarea importante
1. Ayudas por obligación, pero no crees que funcione
2. Nunca has hecho eso y no sabes como resulte
3. No te sientes capacitado para eso
4. Seguro podrán resolverlo entre los dos
Cuando enfrentas un cambio trascendental en tu vida
1. Te da miedo que no funcione
2. Será un cambio para mejor
3. Estará bien pero seguro habrá dificultades
4. Habrá que ver como van las cosas
Si te hacen un cumplido...
1. Los cumplidos te son indiferentes
2. No crees en la sinceridad de los cumplidos
3. Te halaga pero te pone en la obligación de devolverlo
4. Lo agradeces y aceptas con gusto
All 9 questions completed!
Gracias
Gracias a ti Katiuska por comentarnos
.
Explorar y comprender lo que desencadena tus episodios de ira es un paso importante hacia la gestión emocional. Aquí hay algunas estrategias que podrías considerar para profundizar en esta autocomprensión:
Identificación de Desencadenantes:
Lleva un diario donde registres los momentos en que sientes ira. Anota lo que sucedió antes, durante y después del episodio. Con el tiempo, esto puede ayudarte a identificar patrones o situaciones específicas que desencadenan tu ira.
Autoobservación:
Presta atención a las señales físicas y emocionales que sientes antes de un episodio de ira, como tensión en el cuerpo, aceleración del pulso, o pensamientos recurrentes. Reconocer estos signos tempranos puede ayudarte a tomar medidas para calmarte antes de que la ira aumente.
Exploración de la Causa Subyacente:
A menudo, la ira es una respuesta a sentimientos más profundos como el miedo, la inseguridad o la frustración. Reflexiona sobre lo que realmente te molesta en cada situación y si hay alguna emoción subyacente que necesite ser abordada.
Práctica de Técnicas de Relajación:
Desarrollar técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación o el yoga, puede ayudarte a mantener la calma en momentos de tensión y a gestionar mejor tus emociones.
Búsqueda de Apoyo:
A veces, hablar con un profesional puede proporcionar nuevas perspectivas y herramientas para manejar la ira. Considera la posibilidad de consultar a un terapeuta o un coach que te pueda guiar en este proceso.